LA
CERVEZA EN EL ANTIGUO EGIPTO
Hoy vamos con los egipcios, es extremadamente largo,
así que haremos lo más breve posible. Bueno, ahí vamos con ello, esperemos que
os guste:
Costumbres,
cultura y religión
Aunque ya dijimos que los habitantes de la antigua
Mesopotamia fueron los que comenzaron a producir una gran cantidad de cerveza y
que incluso se construyeron unas tabernas para poder consumirla, fueron los
egipcios los que crearon la producción industrial de este producto.
Y gracias a que
los egipcios almacenaban todo por escrito hemos podido encontrar hoy en día una
gran cantidad de información acerca de sus costumbres, su cultura, su religión…
y su producción de cerveza.
Según la mayoría de los textos encontrados, se
atribuye la creación de la cerveza en Egipto al dios Osiris, hijo de Nut, Señor
de Abidos y de Busiris, Dios y Juez de todos los muertos así como Dios de la
Agricultura en Egipto, por lo que era el dueño del espíritu de todos los
cereales y sólo él era el que hacía posible la germinación y le regeneración
anual de éstos en el lodo del Río Nilo.
Hay otras tradiciones que dan otras explicaciones
sobre la aparición de la cerveza en Egipto como la de la Diosa Hator, que hizo
la cerveza con sus propias manos con lo que ella dedujo que era realizada, o la
de la Diosa Isis, esposa de Osiris, que dio a los egipcios la cerveza como una
ayuda a la humanidad.
Dejando atrás toda preocupación de qué dios fue el
responsable de la aparición de la cerveza, es importante destacar la
importancia de la cerveza en la sociedad egipcia puesto que, junto al pan, se
consideraban como los “nuevos ojos” en alusión al famoso Ojo de Horus. Y es que
la cerveza en esta época era imprescindible para la población del Alto y del
Bajo Egipto puesto que constituía una fuente principal de alimento y era usado
como medicina, como nos corroboran las estelas, papiros y textos hallados en
las pirámides y que cuentan con más de 4500 años de antigüedad.
Además de ser importante a nivel social el pan y la
cerveza tenían una gran importancia a nivel religioso y estaba presente en la
mayoría de las ceremonias festivas, religiosas y funerarias.
Esta importancia religiosa tiene una fácil
explicación y es que al ser el pan y la cerveza los elementos más consumidos en
el Antiguo Egipto la producción de cereales se disparó y la cantidad de
espelta, trigo, centeno y cebada (cereales con los que se producían la cerveza
y el pan) de cada persona marcaba su nivel social y económico así como si era
pobre o no. Y cuando algo era tan importante en la culturas antiguas, bien sabe
todo el mundo que automáticamente se convierte en importante objeto religioso y
eran estos dos alimentos los que se ofrecían principalmente para rendir culto a
los muertos. Durante todos los períodos dinásticos se colocaban en las tumbas
para que sirvieran al muerto en “la vida después de la muerte” y, según
escritos encontrados en el “Libro de los Muertos”, después de las invocaciones
de fórmulas de saludos u ofrendas de agregaba la expresión “pan y cerveza” con
el significado de “alimento” o “vida”.
Tanto el populacho como los soldados tomaban la
cerveza en un tabernas y casas de dudosa fama donde se servía la cerveza y se
acompañaba con música, odaliscas y ayuda femenina para los necesitados.
La
cerveza, producción y consumo
La cerveza en egipcio
se denominaba “hnkt” que, teniendo en
cuenta que en el egipcio antiguo no existían las vocales se puede leer como “henekt”, que se leería como algo
parecido a la palabra Heineken, para todos conocida.
En Egipto también se le denominaba “buza” y era una bebida considerada tanto
bebida de los dioses como bebida nacional. Se conocían tres tipos diferentes de
cerveza, la negra, la de Asia Menor y “la que olía a vino”.
La principal diferencia con la cerveza actual es que
la existente en Egipto antiguamente no se bebía si no que se comía, era mucho
más densa, tanto, que se podría comparar con un puré o un gazpacho espeso de
hoy en día, pero era muy buena por su alto contenido proteico y en hidratos de
carbono. Esta masa densa se consumía de diferente manera en estratos sociales
superiores en los que, tras un costoso proceso de elaboración se la bebían de
forma líquida.
La cerveza era consumida tanto por adultos como por
niños lo que nos lleva a pensar que tenían un bajo contenido en alcohol, aunque
respecto a esto existen en los registros unas cervezas que hoy
denominaríamos como “0’0” o “sin alcohol”.
Existen gran cantidad de grabados y de escritos que
explican paso a paso la técnica de elaboración de la cerveza, existen incluso grabados
en tumbas de faraones tan importantes como Amenofis II.
Hay que tener cuidado con las traducciones del
antiguo egipcio puesto que cuando aparece la palabra azúcar aparece una
dicotomía puesto que los egipcios no conocían el azúcar como tal si no que
conocían el azúcar natural producido por los dátiles o por la miel.
Se conocían diferentes tipos de cerveza y una muy
popular era la cerveza económica elaborada con tortas, panes o restos ya
inservibles para la comida que se desmigaban y se usaban para elaborar la “buza”. También se elaboraban tipos
diferentes de cerveza echando a ésta todos los ingredientes que encontraban a
mano como dátiles, jengibre, mandrágora, azafrán o comino para darle diferente
sabor o aroma y para prolongar su tiempo de consumo y evitar que se agriase.
El proceso de fabricación de la cerveza era llevado
a cabo por las mujeres y aunque si bien no era muy complicado, era un proceso
bastante laborioso, este era su orden:
1.
Se tomaba pan del día anterior de trigo, cebada,
centeno o mijo, lo desmenuzaban muy bien, introducían los fragmentos en una
gran tinaja y se cubrían con agua hasta el borde de la tinaja.
2.
Se dejaba reposar la mezcla inicial durante tres días.
3.
En un recipiente aparte se echaba grano y se cubría
con agua caliente.
4.
Transcurridas 24 horas se escurría el agua y se
dejaban los granos al sol durante otro día entero para que se produjera una
exudación blanca lechosa debido a la germinación.
5.
Se machacaban los granos hasta producir una pasta
uniforme, esta pasta se unía a la primera mezcla y se dejaba macerar durante
otras doce horas.
6.
El último paso era la filtración de esta mezcla y el
almacenamiento en otra vasija dispuesta ya para el consumo.
Como hoy en día las cervezas producidas podían ser de
diversos sabores y aromas cambiando algunos ingredientes de los nombrados
anteriormente o simplemente añadiendo otros a las mezclas.
El resultado de esta elaboración era un licor
alcohólico de un color semi-oscuro, denso y turbio. En cuanto a los restos
sólidos sobrantes de estos procesos eran dados como alimento a bueyes y
caballos, aunque algunos de esos restos sólidos eran tomados por las clases más
bajas de los habitantes que los sazonaban con pimienta roja para poder alimentarse
de ellos.
Existían una
serie de cervecerías donde se producía cerveza según unas normas muy estrictas
de elaboración que se regían de diferente manera en cada “nomo” o provincia de Egipto regida por el monarca o el príncipe,
que pasaban cuentas directamente a la administración del faraón.
Al final del proceso de elaboración se sellaban los
cántaros con arcilla cocida para certificar la calidad y la autenticidad de la
bebida que contenían, esto se hacía mediante una inscripción jeroglífica que no
podía ser tocada hasta el momento de su apertura. Estas medidas se llevaban a
cabo para poder evitar adulteraciones, degradaciones o mezclas, siendo todo
este proceso muy importante y estaba controlado por los maestros cerveceros,
los funcionarios del nomo o la provincia etc.
Estas personas se encargaban de mantener el orden y
el incumplimiento de estas normas se castigaba con penas muy duras. Por
ejemplo, la acción de teñir o adulterar el color de la cerveza se consideraba
un insulto hacia los dioses y una falta delictiva muy grave que se castigaba
con la muerte.
Degradar o rebajar la cerveza con agua era engañar
al consumidor y al faraón directamente porque los impuestos se pagaban
directamente en cerveza y rebajarla se consideraba engañar al propio faraón y
se pagaba con la muerte.
Hasta aquí llegan los egipcios, ya ven, antiguos
pero inteligentes, poniendo penas de muerte a las malas cervezas, imaginaros la
de cervezas malas (no vamos a ofender a ninguna marca en concreto) que nos
habríamos ahorrado si siguiera vigente ese sistema. Bueno, hasta la próxima.